¿Qué es invertir y qué tener en cuenta?

Invertir en activos financieros es comprar, con el fin de obtener ganancias, una renta. Esta se puede dar mediante el cobro de intereses o por la suba de precio de lo que estamos comprando que luego venderemos por más dinero del que nos costó. El dinero que ganamos, dividido por el monto que invertimos nos da el porcentaje de rendimiento, que generalmente se expresa en años. Invertir tiene riesgo, por eso existe un retorno o rendimiento. La clave está en evaluar el tipo de riesgo que podemos tomar y en elegir las inversiones adecuadas.
Hay básicamente dos factores a tener en cuenta:

Nuestro perfil de riesgo

Este depende de nuestro capital total, de nuestra capacidad de generar ingresos, de nuestros gastos y de nuestro horizonte temporal (cuánto tiempo podemos esperar para recuperar lo invertido). En los libros tradicionales se definen 5 perfiles de riesgo, tomando en cuenta además de estos factores la aversión natural al riesgo de cada persona, su conocimiento sobre el tipo de inversión que está realizando y de los instrumentos que está utilizando.

  • Muy conservador
  • Conservador
  • Moderado
  • Agresivo
  • Muy agresivo

Los tipos de activos

Existen muchos tipos de activos. En general, a mayor riesgo, mayor potencial de rendimiento tienen, y a menor riesgo, menor rendimiento se espera que den. Hay básicamente dos maneras de estimar el riesgo de un activo:

  • Por fundamentos

    En este caso, evaluamos aspectos conocidos del activo, de los que dependerá su riesgo y rendimiento. A modo de ejemplo, si vamos a invertir en acciones de una empresa, estudiaremos su balance, utilizaremos indicadores financieros que nos ayuden a estimar su potencial de generar ganancias y su solvencia, su estructura de deuda y la gestión del management. En definitiva, las posibles fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que tenga. Si se trata de un bono de un país, evaluaremos las perspectivas que tienen sus principales productos, su estabilidad y estructura política, su ubicación geográfica y su infraestructura, entre otros. Nos enfocaremos en analizar su potencial de crecimiento y su estructura financiera, si ya está muy endeudado o no.

  • Por análisis técnico

    El análisis técnico se basa en la creencia de que es posible estimar los precios futuros en base a operaciones pasadas. En este caso, estudiaremos las fluctuaciones pasadas del precio del activo a través de modelos matemáticos más o menos complejos, su volatilidad, su volumen y las tendencias que siguen. En base a esto sacaremos conclusiones sobre cuándo es conveniente comprar o vender. Existen muchas herramientas basadas en el supuesto de que los seres humanos que invierten en un activo determinado repetirán sus patrones de conducta y por ende el estudio de su comportamiento pasado nos da información del futuro.

Ambos tipos de análisis tienen margen de error, la primera es más utilizada para armar portafolios e invertir a largo plazo y la segunda para hacer compras y ventas de corto plazo.
De cualquier manera, ambos análisis se utilizan para determinar si un activo es de riesgo bajo, moderado o alto.