El caso de Dogecoin

DOGE es una criptomoneda creada por Billy Markus (ingeniero de IBM) y Jackson Palmer (ingeniero de Adobe) en 2013, como una especie de broma o parodia del Bitcoin.

Dogecoin no fue creada con el objetivo de generar ganancias, sino más bien como un ejercicio informático y apuesta entre sus creadores, aunque poco a poco fue ganando popularidad. Está inspirada en la famosa raza de perros japonesa Shiba Inu, cuyo meme llamado Doge fue viral durante años. Sin embargo, lo más notorio de DOGE es su relación con el polémico Elon Musk, quien afirma apoyar el proyecto detrás del Dogecoin. Gracias a sus muestras de apoyo a través de Twitter, Elon Musk generó una gran suba en la cotización de DOGE, lo que pone en evidencia el clima especulativo que hay en el mercado cripto aún. La popularidad es un factor importante en las criptomonedas. El entusiasmo que ha generado el aumento de precio de Dogecoin se ha retroalimentado, haciendo que más gente se interese por la moneda y la compre. Eso, sumado a que está disponible en plataformas de fácil acceso como Robinhood, ha disparado el valor de Dogecoin.

Por último, la comunidad Dogecoin ha tendido a colaborar y fomentar proyectos benéficos (como recaudar fondos para atletas olímpicos o agua en Kenia) lo cual le ha hecho ganar la simpatía del público.